martes, diciembre 6

De cthulhu a manotas


Largo mes Noviembre que ya cayó para dar paso a los últimos 31 días del año.

Para muchos las fechas que se avecinan son de luces de colores, del árbol, de las posadas y los regalos.

También es época de frío y el frío reactiva los recuerdos, por lo que para unos tantos es un momento de reflexión.

Ha sido un año agitado y aún no termina. Cambios en mi vida y cambios en el mundo, cambios siguiendo el fluir de la vida; a veces aferrándome solamente en el templo de mis creencias construido sobre mi piedra filosofal.

Decía Lovecraft, que la emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo e intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.
Tenía su parte de razón y basandose en ello escribió todo un universo bajo el Mito de Cthulhu.

La soledad entre los que se desconocen a sí mismos puede ser un estado catastrófico en muchos, entre los que nos conocemos demasiado, por otro lado, suele crear periodos de creatividad entre los espíritus sensibles, de investigación entre las mentes buscadoras o de ocio intrascendente...

Noviembre aparentemente se ha convertido para mí en una época que si bien simboliza cosecha, yo suelo sembrar.
Fue un mes de Noviembre que comencé a escribir el relato de "Las aventuras de NEGRO y la Orden Roja".
Fue un mes de Noviembre en qué abrimos "Letras Ajenas"en esta tierra de ideas fértiles
Fue un mes de Noviembre cuando iniciamos con el proyecto de "Retrofuturismo 1875"

No puedo contradecir a Lovecraft en su aseveración del miedo como emoción intensa, sin embargo más intensa aún es la alquimia que produce un espíritu sensible y una mente buscadora, transformando el aparente ocio en expresiones artísticas.

El primer noviembre me abrió la oportunidad de ensayar, de arriesgarme, de arrojarme al vacío de lo desconocido que era para mí escribir ante un publico variado.
El segundo trajo magia y versos en vibraciones cual cánticos que crearon el ensalmo que logró transformar  aparentes simples letras en una gran amistad.
El tercero, como si fuese fuego mismo, ha encendido el cambio total, trayendo la culminación de un relato, la producción de 10 números de una revista, un podcast, el desarrollo de dos relatos más y proyectos varios que se vienen presentando. También permitió que el segundo noviembre refloreciera, abriendo Letras Ajenas en la revista publicando primero un relato de Argentina y después uno de España; de ahí reverbera hoy en el eco transformado de la semilla que se va formando en la Antología Steampunk en español.

Me ha traído la convivencia virtual con gente de diversas partes del mundo. Todo ello ha traído nuevas caras, personas que si bien no conozco físicamente se encuentran más allá detrás de la pantalla y también tienen emociones intensas, entre ellas miedo, pero seguramente también esperanza y amistad.

Cierto es que para todo lo que vengo haciendo se requiere de gran vigor y voluntad; no de ninguna fuerza cósmica.
Se requiere de la emoción más intensa que genera mi propia humanidad:

La satisfacción de cumplir conmigo mismo en lo que me propongo.

Pero no alcanzaría a lograrlo si no contara con más manos y el apoyo de un equipo que me respalda, en especial con la confianza que me brinda.





Mañana (el 8 de diciembre) el blog mercenario cumple un año de apertura en donde además se estrenó precisamente con una entrada presentando la adaptación que Xpike hiciera de la obra de Lovecraft, el Inspector Messie Thullú y que además aparece en las páginas de la revista El Investigador.

 Como si alguna especie de augurio o advertencia se tratara de que requeriríamos de muchos brazos para lo que el futuro -ese extraño desconocido que a tantos atemoriza- nos deparaba.













Vienen muchas más cosas y confieso que me da miedo, no lo que viene, sino que no me alcancen los brazos, y eso que ya estoy convertido en el pulpo manotas.